Monday, September 23, 2002




II CONGRESO ARGENTINO DE LA CALIDAD EN EL LABORATORIO CLINICO
19 de Septiembre de 2002

Mas de 500 profesionales participaron del II Congreso Argentino de la Calidad en el laboratorio Clinico
Se elaboró un manual de normas de calidad común para todos los países de Latinoamérica

Con la participación de más de 500 profesionales de todo el país y de distintos países de Latinoamérica, se desarrolló en el complejo La Plaza el II Congreso Argentino de la Calidad en el Laboratorio Clínico. El encuentro fue organizado por la Fundación Bioquímica Argentina y contó con el auspicio de los Ministerios de Salud de la Nación y de la provincia de Buenos Aires y de varias facultades de Farmacia y Bioquímica, entre otras instituciones vinculadas al sector.
En la siguiente entrevista, realizada al finalizar el II Congreso, el doctor Norberto Cabutti, titular de la Fundación Bioquímica y de FABA (Federación Bioquímica de la provincia de Buenos Aires), y presidente del Comité Organizador del encuentro, explica por qué son importantes estas reuniones y brinda algunas precisiones sobre la realidad del sector bioquímico en relación a la calidad de sus servicios y de sus laboratorios, tanto en Argentina como en el resto de América Latina.
- Qué balance hace de este Congreso?.
- Creo que fue muy positivo y tuvo muy buena concurrencia, tanto el Congreso como los cursos. El encuentro contó con la participación de representantes de 15 países del área Latinoamericana, y el nivel de cursos, simposios y conferencias fue muy bueno, según la opinión de los participantes.
- Influyó la crisis en la concurrencia al Congreso?.
- Fuimos los primeros en sorprendernos ante la concurrencia a este encuentro, aún a pesar de la crisis. Inclusive estuvimos a punto de suspender la realización, pero decidimos encarar este desafío y felizmente nos fue bien.
- Qué novedad científica destacaría de todas las conocidas en el encuentro?.
- El encuentro sirvió para que los profesionales del sector pudieran plantear sus problemas de calidad y conocer más a fondo los alcances de nuestro programa de Evaluación de Calidad de los Laboratorios, que cuenta con la adhesión de 3.500 centros. También para conocer los últimos adelantos en materia de controles y para celebrar acuerdos con otros países para trabajar en forma conjunta.
- Se pudo elaborar un manual de normas de calidad común para todos los países de Latinoamérica?.
- Sí, y creo que fue lo más destacado del Congreso. La OPS y la Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica (COLABIOCLI) elaboraron una guía para producir manuales de acreditación de laboratorios clínicos basado en el manual MA1 de la Fundación Bioquímica Argentina. Esto nos dio un respaldo internacional muy importante.
- Cómo están los laboratorios nacionales en materia de calidad en relación a los del resto de Latinoamérica?.
- Creo que están muy bien posicionados. Nosotros llevamos 15 años trabajando en evaluación externa y llevamos 8 años haciendo acreditación de laboratorios. Esto nos dio una ventaja fundamental, porque no hay ningún otro país en Latinoamérica en estas condiciones, ya que la mayoría recién está empezando este proceso.
- Cuántos laboratorios hay acreditados en el país?.
- Hay 1.200 laboratorios públicos y privados acreditados en todo el país. Esto nos posiciona muy bien, no sólo en relación a los países de Latinoamérica, sino también de Europa, que tiene menos laboratorios acreditados de los que hay en Argentina.
- Cómo está el programa de calidad de la Fundación y cuáles serán los pasos futuros?.
- Nos comprometemos a hacer otro Congreso en dos años. El año próximo tendremos encuentros regionales en los que participarán representantes de todas las provincias. Esto ya se está desarrollando y pensamos perfeccionarlo.
- Cuál es la actualidad del sector?.
- El sector está muy mal, con problemas de financiamiento y arancelarios, porque los insumos aumentaron, en promedio, un 90%, mientras que nuestros aranceles no aumentaron. Además, no tenemos ningún organismo interlocutor para tratar estos problemas, y las negociaciones tenemos que hacerlas obra social por obra social. Esto hace que tengamos escasa respuesta, más allá de la realidad de las obras sociales. Hay que comprender que el esfuerzo financiero se trasladó de las obras sociales a los prestadores, y esto nos preocupa.
Doctora Elba SuArez, titular de la COLABIOCLI (ConfederaciOn Latinoamericana de BioquImica ClInica)
“La COLABIOCLI está luchando por la integración en cuanto a la acreditación
de los laboratorios para mejorar la calidad de los servicios”

La doctora Elba Suárez es una reconocida bioquímica de República Dominicana, un país que junto a Argentina presenta un avanzado grado de desarrollo en materia de calidad de los laboratorios de análisis clínicos. Por esa razón fue elegida como titular de la COLABIOCLI (Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica), una entidad que nuclea a las instituciones del sector del área de Latinoamérica y que según la opinión de su presidenta -hasta mayo de 2003- “está dispuesta a luchar para mejorar la calidad de los establecimientos y también las posibilidades de acceso de la gente a los mismos”.
- Qué balance hace de este Congreso?.
- El encuentro, como toda actividad científica, aportó para el desarrollo de todos los países latinoamericanos su parte científica y su parte gremial. En la COLABIOCLI estamos satisfechos con la concurrencia de 15 países de la región y con la posibilidad de conocer los últimos avances tecnológicos y científicos en el área de la bioquímica.
- Es uniforme el panorama del sector bioquímico de Latinoamérica?.
- Hay diferencias, pero las mismas no las marca el sector bioquímico sino la realidad económica de cada país y la actividad política que dirige los países. Pero en general, la COLABIOCLI está luchando por la integración en cuanto a la acreditación de los laboratorios para mejorar la calidad de los servicios.

Los recursos humanos
- Qué está pasando con los recursos humanos en relación a la calidad de los servicios?.
- Estamos impulsando con fuerza la certificación y recertificación de los recursos humanos para mejorar la calidad humana de los servicios en los laboratorios. Lo que estamos realizando en ese sentido es prometedor, porque tenemos un proyecto muy ambicioso que abarca todos estos componentes.
- Dadas las diferencias económicas que existen entre los países de la región, cree que todos podrán alcanzar los mismos niveles de calidad?.
- Quizás no en la misma dimensión unos que otros, porque hay una brecha muy grande entre la realidad económica de los distintos países de la región. Hay países muy pobres que jamás podrán ser comparados con países del Cono Sur, que han alcanzado un mayor desarrollo económico.
- Entonces qué pasa con la calidad de los servicios?.
- La calidad es necesaria en los países pobres tanto como en los ricos. Porque lo importante no es estar solamente desarrollado económicamente, sino tener la voluntad de que lo que se hace se haga bien, más allá de las circunstancias.
- En ese sentido, nota la misma actitud en todos los países de la región?.
- Todos los países de la región muestran muy buena disposición para trabajar en la mejora de la calidad de los laboratorios y los servicios.
- Las exigencias de los distintos países en materia de calidad son dispares?.
- No podemos crear una competencia, porque cada gobierno tiene su política sobre el tema. Cada gobierno prioriza lo que más le interesa, entonces no se puede establecer una comparación entre los distintos países, porque las políticas son distintas y varían, como así también las exigencias.
- Las exigencias en materia de calidad son superiores en el sector privado que en el Estado?.
- El sector privado tiene pautas y proyectos en materia de calidad que son superiores a las exigencias de los Estados en los distintos países. En todos los países de la región esperamos que las normas de calidad vengan de arriba hacia abajo, pero las expectativas se desbordan y las exigencias van de abajo hacia arriba.






Sunday, September 22, 2002

HORMIGAS

MANUEL VICENT



Si a Hitler no le hubieran suspendido su examen de ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena y en lugar de un artista fracasado hubiese sido un pintor de éxito probablemente no se habría producido la Segunda Guerra Mundial. En la tragedia griega el destino humano es un juego de dados que practican unos dioses ebrios. Los hombres no eran sino hormigas perplejas a merced de una fuerza misteriosa e insuperable. Pienso que no hay necesidad de interrogar al oráculo para saber a qué se deben las mayores desgracias de la humanidad, puesto que son algunas hormigas neuróticas las que alteran el sueño de los dioses. El destino es el carácter. Basta con que un político, un juez, un obispo o un militar sea un tipo vanidoso, frustrado, ambicioso, desconfiado, rencoroso, frívolo o simplemente estúpido para que estas pasiones vulgares en una partida de taberna, desorbitadas por el poder, lleven a una sociedad al cataclismo. Si vivimos en una economía de guerra es lógico pensar que la guerra es inevitable. La producción de armamentos cada vez más devastadores constituye el motor del desarrollo industrial norteamericano y la fuente de su hegemonía planetaria. Cuando los armarios ya están llenos, los propios misiles crean un enemigo. Pronto empezarán a llover sobre Irak. Ésta sería una pasión inexorable contra la que los hombres nada pueden hacer. No obstante, existe la duda de si en esta tragedia interviene más la fuerza del destino o el carácter violento, la inteligencia limitada, el orgullo vaquero de una simple hormiga como Bush. Por otra parte, ¿tendrá alguna relación el vientre impúdico de Sharon con la desgracia de los palestinos? Si en España el problema vasco dura ya casi dos siglos y las voces del coro dan vueltas de forma rítmica al escenario sin hallar remedio, se puede creer que esa pasión no tiene otra salida que la de seguir dando vueltas, según Esquilo, ya que sólo los dioses gobiernan la tragedia. Pero no es seguro que la suerte del País Vasco no dependa más de la dureza de mollera, del mal vino, de la vanidad, del empecinamiento de unas hormigas que se mueven en torno a este problema. Con mucha sabiduría, en el siglo XIX los políticos se dividían en moderados y exaltados. Entonces estaba claro que el destino de una sociedad dependía del carácter de sus gobernantes. Después de todo, un político, un juez, un obispo o un militar traslada al ejercicio del cargo las mismas pasiones que utiliza para jugar al tute o a la garrafina.






II CONGRESO ARGENTINO DE LA CALIDAD EN LABORATORIOS DE ANÁLISIS CLINICOS
19 de Septiembre de 2002

Mas de 500 profesionales participaron del II Congreso Argentino de la Calidad en el laboratorio Clinico
Se elaboró un manual de normas de calidad común para todos los países de Latinoamérica

Con la participación de más de 500 profesionales de todo el país y de distintos países de Latinoamérica, se desarrolló en el complejo La Plaza el II Congreso Argentino de la Calidad en el Laboratorio Clínico. El encuentro fue organizado por la Fundación Bioquímica Argentina y contó con el auspicio de los Ministerios de Salud de la Nación y de la provincia de Buenos Aires y de varias facultades de Farmacia y Bioquímica, entre otras instituciones vinculadas al sector.
En la siguiente entrevista, realizada al finalizar el II Congreso, el doctor Norberto Cabutti, titular de la Fundación Bioquímica y de FABA (Federación Bioquímica de la provincia de Buenos Aires), y presidente del Comité Organizador del encuentro, explica por qué son importantes estas reuniones y brinda algunas precisiones sobre la realidad del sector bioquímico en relación a la calidad de sus servicios y de sus laboratorios, tanto en Argentina como en el resto de América Latina.
- Qué balance hace de este Congreso?.
- Creo que fue muy positivo y tuvo muy buena concurrencia, tanto el Congreso como los cursos. El encuentro contó con la participación de representantes de 15 países del área Latinoamericana, y el nivel de cursos, simposios y conferencias fue muy bueno, según la opinión de los participantes.
- Influyó la crisis en la concurrencia al Congreso?.
- Fuimos los primeros en sorprendernos ante la concurrencia a este encuentro, aún a pesar de la crisis. Inclusive estuvimos a punto de suspender la realización, pero decidimos encarar este desafío y felizmente nos fue bien.
- Qué novedad científica destacaría de todas las conocidas en el encuentro?.
- El encuentro sirvió para que los profesionales del sector pudieran plantear sus problemas de calidad y conocer más a fondo los alcances de nuestro programa de Evaluación de Calidad de los Laboratorios, que cuenta con la adhesión de 3.500 centros. También para conocer los últimos adelantos en materia de controles y para celebrar acuerdos con otros países para trabajar en forma conjunta.
- Se pudo elaborar un manual de normas de calidad común para todos los países de Latinoamérica?.
- Sí, y creo que fue lo más destacado del Congreso. La OPS y la Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica (COLABIOCLI) elaboraron una guía para producir manuales de acreditación de laboratorios clínicos basado en el manual MA1 de la Fundación Bioquímica Argentina. Esto nos dio un respaldo internacional muy importante.
- Cómo están los laboratorios nacionales en materia de calidad en relación a los del resto de Latinoamérica?.
- Creo que están muy bien posicionados. Nosotros llevamos 15 años trabajando en evaluación externa y llevamos 8 años haciendo acreditación de laboratorios. Esto nos dio una ventaja fundamental, porque no hay ningún otro país en Latinoamérica en estas condiciones, ya que la mayoría recién está empezando este proceso.
- Cuántos laboratorios hay acreditados en el país?.
- Hay 1.200 laboratorios públicos y privados acreditados en todo el país. Esto nos posiciona muy bien, no sólo en relación a los países de Latinoamérica, sino también de Europa, que tiene menos laboratorios acreditados de los que hay en Argentina.
- Cómo está el programa de calidad de la Fundación y cuáles serán los pasos futuros?.
- Nos comprometemos a hacer otro Congreso en dos años. El año próximo tendremos encuentros regionales en los que participarán representantes de todas las provincias. Esto ya se está desarrollando y pensamos perfeccionarlo.
- Cuál es la actualidad del sector?.
- El sector está muy mal, con problemas de financiamiento y arancelarios, porque los insumos aumentaron, en promedio, un 90%, mientras que nuestros aranceles no aumentaron. Además, no tenemos ningún organismo interlocutor para tratar estos problemas, y las negociaciones tenemos que hacerlas obra social por obra social. Esto hace que tengamos escasa respuesta, más allá de la realidad de las obras sociales. Hay que comprender que el esfuerzo financiero se trasladó de las obras sociales a los prestadores, y esto nos preocupa.
Doctora Elba SuArez, titular de la COLABIOCLI (ConfederaciOn Latinoamericana de BioquImica ClInica)
“La COLABIOCLI está luchando por la integración en cuanto a la acreditación
de los laboratorios para mejorar la calidad de los servicios”

La doctora Elba Suárez es una reconocida bioquímica de República Dominicana, un país que junto a Argentina presenta un avanzado grado de desarrollo en materia de calidad de los laboratorios de análisis clínicos. Por esa razón fue elegida como titular de la COLABIOCLI (Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica), una entidad que nuclea a las instituciones del sector del área de Latinoamérica y que según la opinión de su presidenta -hasta mayo de 2003- “está dispuesta a luchar para mejorar la calidad de los establecimientos y también las posibilidades de acceso de la gente a los mismos”.
- Qué balance hace de este Congreso?.
- El encuentro, como toda actividad científica, aportó para el desarrollo de todos los países latinoamericanos su parte científica y su parte gremial. En la COLABIOCLI estamos satisfechos con la concurrencia de 15 países de la región y con la posibilidad de conocer los últimos avances tecnológicos y científicos en el área de la bioquímica.
- Es uniforme el panorama del sector bioquímico de Latinoamérica?.
- Hay diferencias, pero las mismas no las marca el sector bioquímico sino la realidad económica de cada país y la actividad política que dirige los países. Pero en general, la COLABIOCLI está luchando por la integración en cuanto a la acreditación de los laboratorios para mejorar la calidad de los servicios.

Los recursos humanos
- Qué está pasando con los recursos humanos en relación a la calidad de los servicios?.
- Estamos impulsando con fuerza la certificación y recertificación de los recursos humanos para mejorar la calidad humana de los servicios en los laboratorios. Lo que estamos realizando en ese sentido es prometedor, porque tenemos un proyecto muy ambicioso que abarca todos estos componentes.
- Dadas las diferencias económicas que existen entre los países de la región, cree que todos podrán alcanzar los mismos niveles de calidad?.
- Quizás no en la misma dimensión unos que otros, porque hay una brecha muy grande entre la realidad económica de los distintos países de la región. Hay países muy pobres que jamás podrán ser comparados con países del Cono Sur, que han alcanzado un mayor desarrollo económico.
- Entonces qué pasa con la calidad de los servicios?.
- La calidad es necesaria en los países pobres tanto como en los ricos. Porque lo importante no es estar solamente desarrollado económicamente, sino tener la voluntad de que lo que se hace se haga bien, más allá de las circunstancias.
- En ese sentido, nota la misma actitud en todos los países de la región?.
- Todos los países de la región muestran muy buena disposición para trabajar en la mejora de la calidad de los laboratorios y los servicios.
- Las exigencias de los distintos países en materia de calidad son dispares?.
- No podemos crear una competencia, porque cada gobierno tiene su política sobre el tema. Cada gobierno prioriza lo que más le interesa, entonces no se puede establecer una comparación entre los distintos países, porque las políticas son distintas y varían, como así también las exigencias.
- Las exigencias en materia de calidad son superiores en el sector privado que en el Estado?.
- El sector privado tiene pautas y proyectos en materia de calidad que son superiores a las exigencias de los Estados en los distintos países. En todos los países de la región esperamos que las normas de calidad vengan de arriba hacia abajo, pero las expectativas se desbordan y las exigencias van de abajo hacia arriba.






MORAL PRIVADA OBLIGATORIA


Algunas de las respuestas del Gobierno a las demandas planteadas por los avances científicos en materia de reproducción asistida y uso de células madre embrionarias para la investigación médica parecían ambiguas. Esa ambigüedad se ha disipado en las últimas semanas, y lo que se aprecia es una clara influencia de la Iglesia católica en su versión más retrógrada.

En la cumbre de Johanesburgo se debatió acerca de las medidas que habría que tomar para que las mujeres de todo el mundo, especialmente las de los países más pobres o aquellos en los que están más sometidas, tengan acceso a la salud sexual y reproductiva. España fue beligerante en la defensa de un texto que condicionaba dicho acceso a 'la conformidad con los valores culturales y religiosos', lo que pone el aborto, el uso de anticonceptivos o las relaciones sexuales libremente aceptadas en manos de los intérpretes de dichos valores, es decir, los clérigos, sean católicos, musulmanes o de otras confesiones. Y se opuso a que los únicos condicionantes fueran los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Al final, la coalición de países más conservadores, entre los que España y la Italia de Berlusconi jugaron un papel activo, impusieron la simple adición de ambas formulaciones. Una solución que parece satisfacer enormemente a nuestras autoridades, pero que es irrelevante porque los problemas surgen, precisamente, cuando hay contradicción entre los derechos humanos y los valores culturales y religiosos.

Más recientemente, el Gobierno español ha encabezado el grupo de países más conservadores de la Unión Europea para prohibir la investigación con células madre embrionarias y sobre clonación terapéutica, junto con el uso para investigación de los embriones sobrantes de los tratamientos de fertilidad asistida, más de 40.000 en España, congelados en un limbo de nitrógeno líquido con el que nadie sabe qué hacer. En este punto, el Gobierno hace caso omiso de las recomendaciones de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, que ha sugerido repetidas veces la conveniencia de cambiar el marco legal para adecuarse a los avances en la investigación médica y biológica, y las opiniones de la inmensa mayoría de los científicos. La ministra de Sanidad se permitió el miércoles pasado sugerir que estas opiniones son 'irresponsables' en la medida en que 'ocultan los riesgos'. Es absurdo dar lecciones de responsabilidad a científicos que conocen mejor que la ministra los riesgos que presenta la investigación que proponen, y también las expectativas que abre. Son tan responsables que han elaborado un protocolo detallado de condiciones que deben cumplir este tipo de investigaciones para minimizar los riesgos y optimizar sus ventajas. La ministra, por su parte, no nos dice qué piensa hacer con esos 40.000 embriones cuyo futuro previsible, de seguir por este camino, es la destrucción o el deterioro.

Más recientemente, ante el anuncio del nacimiento de un bebé a partir de un óvulo congelado de su madre, la reacción gubernamental ha sido la de amenazar con sanciones. La Ley de Reproducción Asistida de 1988 excluía el uso de óvulos congelados para la reproducción hasta tanto esta técnica fuera viable. En 1988 no lo era, pero parece que hoy lo es, de forma que cabría esperar una actitud más constructiva, en el sentido de estudiar la urgente modificación de una ley superada por la realidad científica. Si el Gobierno hubiera dedicado a impulsar la investigación la mitad del esfuerzo empleado en satisfacer las obsesiones de los sectores más retrógrados, muchos de los problemas que preocupan a la ministra ya estarían superados.

En resumen: se asiste a un alineamiento claro con el Vaticano y con los países y sectores más conservadores. El efecto es contraponer una moral particular, respetable, pero desde luego no indiscutible, al conjunto de una sociedad plural.



RESURRECCIONES

AUTOR: JORGE CONTI


Como dice Simone de Beauvoir despidiendo a Jean – Paul Sartre en “La ceremonia del adiós”, no se puede hablar con los muertos, salvo por medio de un artificio retórico por el cual, en realidad, estamos hablándole a los vivos.
Mi apuesta de hoy es más o menos lo mismo: nombrar a aquellos que desearíamos que volvieran a la vida, es jugar a suponer que eso es posible, pero en realidad es una manera de dar testimonio ante los vivos de cuánta falta nos hacen, o le hacen al mundo, los que no están.
Admitiendo que el misterio de la resurrección, según el mito cristiano, se produjo una sola vez y dejando a salvo la necesidad personal de volver a tener con nosotros a los seres cercanos que hemos perdido, hay personas que, por lo que han significado para la humanidad, quisiéramos que volvieran. Y aunque sabemos que eso no es posible, jugamos a imaginar que lo es, para decirle a nuestros contemporáneos “así eran las cosas y así deberían ser”.
Yo, por ejemplo, quisiera que estuviera vivo Charles Chaplin, y que esos realizadores cinematográficos que producen millonarias estupideces llenas de efectos especiales, aprendan que el cine puede ser divertido, conmovedor y atractivo con arte y contenido.
Me gustaría que estuviera vivo John Lennon, para que siguiera molestando a los que fomentan violencia en las Torres Gemelas, en Medio Oriente, en Irán o en Irak, o matan de hambre a millones en Rusia, Africa o Latinoamérica.
Es un sueño altamente conmovedor imaginar a Mariano Moreno, a Manuel Belgrano y a José de San Martín preguntándole a Videla, a Martínez de Hoz, a Cavallo, a Menem, a De La Rúa y a muchos otros qué es lo que han hecho con el país que ellos nos dejaron. Claro está que, sin dudas, a Moreno volverían a asesinarlo, a Belgrano lo sancionarían nuevamente y San Martín debería exiliarse otra vez.
También me gusta imaginar que volvemos a tener entre nosotros a Niní Marshall, a Minguito Tinguitella, a Alberto Olmedo, a Biondi, para que nuestra televisión se avergüence –si es que puede sentir vergüenza –de su falta de creatividad, de su aburrimiento, de su grosería y de su falta de respeto.
Porqué no pensar en el retorno de Ernesto Guevara, no más para que observe cómo andan las cosas en el mundo y diga en qué se equivocaron él y aquella generación que lo tomó como bandera... y en qué no se equivocaron.
Cuando Roque Fernández dijo que todo lo que sabía no lo había aprendido en las universidades argentinas, cuánto me hubiera gustado que estuvieran allí Gabriel del Mazzo, Pablo Brillaud, Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, Bernardo Houssay, para que le dieran el sopapo que no se animaron a darle muchos de los condescendientes políticos que lo escucharon.
También quisiera que volviera con nosotros Antonio Di Benedetto, para que escribiera los libros que no pudo escribir, por culpa de la patada que un valiente suboficial del Ejército Argentino le dio en la cabeza, estando secuestrado por la dictadura.
¿Y si viéramos a los generales Savio y Moscóni viajando juntos a Anillaco, a pedirle cuentas a cierto sujeto, mientras preparaba su boda, qué tal?.
¿Qué les diría el poeta Walt Whitman a los norteamericanos de hoy, llenos hasta reventar de hamburguesas y papas fritas de los “fast food”?.
En este sueño imposible que acepto soñar nada más que para estimular nuestra vigilia, imagino vivos, por ejemplo, a Fred Mércury, a Walter Mathau del brazo con Jack Lemon, a Roberto Goyeneche, a Alejandra Pizzarnik, a Enrique Santos Discépolo, a Stan Laurel y Oliver Hardy, a Laureano Maradona, a Juan L. Ortiz, a Janis Joplin, porque fueron la sal de la tierra en este mundo que nos tocó vivir.
Me detengo: faltan muchos nombres, pero el juego se termina. Veo que conduce a una fantasía mayor: la de que es posible evocar al pasado para corregir el presente. Ellos fueron responsables de su época y nosotros somos responsables de la nuestra, tenemos que ocuparla. Jugar a que es posible volverlos a la vida, es una manera de admitir que no nos hemos hecho cargo ni de su herencia, ni de la que debemos dejar para el futuro.
Sin embargo, de todos ellos, de los que he nombrado y de una multitud imposible de nombrar, hemos heredado inteligencia, alegría, sabiduría, lucidez, rebeldía, belleza, diversión, conocimientos. Y es en esa herencia que ellos están vivos y es allí donde tenemos que buscarlos cada vez que los necesitemos.







































LA RECUPERACION ARGENTINA SEGÚN STIGLITZ



Por Joseph E. Stiglitz Premio Nobel de Economía de 2001.
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Se pueden ver los primeros indicios de la recuperación de Argentina. Para muchos, lo que sucedió y lo que está sucediendo en ese país es un misterio. Se suponía que abandonar la 'convertibilidad', o sea, un sistema de tipos de cambio fijos, iba a ser un desastre, y lo fue. La producción cayó y el desempleo aumentó drásticamente. El temor a estos costes, combinado con las ayudas del Fondo Monetario Internacional (FMI), impidió a la Argentina abandonar su plan de conversión hasta mucho después de que hubiera quedado claro que el sistema no podía mantenerse. Esta obstinación empeoró las cosas cuando todo se desmoronó.

Pero lo que mantuvo a la Argentina unida a un sistema que no podía funcionar fue fundamentalmente el miedo a la hiperinflación. Cuando preguntaba a la gente, durante mis visitas a Buenos Aires, por qué Argentina insistía en este desatino económico, me daban una única respuesta: 'Sí, cuando Brasil abandonó el cambio fijo, su inflación permaneció moderada; pero Brasil es Brasil, y nosotros somos Argentina'. Había casi orgullo en la falta de confianza que el pueblo tenía en sus instituciones y en su capacidad para administrar sin los grilletes de la convertibilidad.

Hasta el momento, la temida hiperinflación no se ha materializado. Naturalmente, se ha producido la inflación normal asociada a los fuertes aumentos en los precios de las importaciones que siempre siguen a las grandes devaluaciones, pero en vez de desencadenar una espiral de subidas de los precios, parece que las tasas de inflación aminoran. Argentina parece dispuesta a unirse a la larga lista de países -Brasil, Corea, Rusia, Tailandia e Indonesia- que controlaron las devaluaciones sin que se disparase la inflación.

Para un economista, la recuperación de Argentina no es ninguna sorpresa. La devaluación estimula varias fuerzas restauradoras. Las exportaciones son más baratas, y los ingresos derivados de las exportaciones (medidos en pesos) han aumentado espectacularmente. El turismo y las industrias relacionadas están en pleno auge. La sustitución de las importaciones salta a la vista: una tienda de ropa que el año pasado sólo vendía prendas importadas, ahora vende exclusivamente bienes de producción nacional.

Al igual que en Asia oriental después de su crisis en 1998, lo que inhibe a estas fuerzas restauradoras es la falta de crédito. Se suponía que la propiedad extranjera de los bancos acudiría al rescate de sus filiales argentinas si éstas necesitaban dinero. Y que los depósitos en las sucursales de bancos estadounidenses en Buenos Aires estarían tan seguros como los depósitos en Miami. Desgraciadamente, los depositarios se encontraron con todo lo contrario.

Por otro lado, los bancos extranjeros siempre se quedaban cortos a la hora de garantizar una oferta adecuada de crédito a las pequeñas y medianas empresas argentinas. Esta falta de crédito ahogó el crecimiento, lo que contribuyó a los males económicos del país; y ahora el crédito prácticamente se ha secado.

Naturalmente, algunos bancos nacionales continúan ofreciendo créditos. Pero para sostener la recuperación, se tiene que aumentar el crédito, bien creando nuevas instituciones financieras o ampliando las que ya hay. En este sentido, las cooperativas de crédito pueden resultar especialmente importantes si tenemos en cuenta la aparente falta de confianza en el sector bancario más tradicional. También hay que reanimar urgentemente el crédito comercial: su importancia se reconoció a principios de la crisis del Asia oriental, donde Japón, haciendo un gesto de buen vecino, proporcionó a través de la iniciativa Miyazawa 30.000 millones de dólares, gran parte de los cuales se destinaron a financiar el crédito comercial y a ayudar a reactivar la economía.

La cuestión es sencilla: los verdaderos recursos de Argentina -su gente, con su enorme talento y capacidad, su tierra fértil, sus bienes capitales- siguen ahí. Lo que la economía necesita es una reactivación, y la política del Gobierno debe centrarse en esta tarea. Si el sector privado no puede mejorar la disponibilidad de crédito por sí solo, y ningún buen vecino da un paso para echarle una mano, como hizo Japón en el Asia oriental, el Gobierno debe desempeñar un papel más activo a la hora de reestructurar las instituciones de crédito existentes y también crear algunas nuevas.

¿Creará unos niveles peligrosos de inflación la participación del Gobierno en la provisión de créditos? Dirigir el crédito para aumentar la oferta de mercancías no tiene por qué disparar la inflación; por el contrario, el aumento de la oferta de artículos de producción nacional podría ser un instrumento eficaz para combatirla.

Una contabilidad congruente, en la que se separen los gastos para recapitalizar a los bancos de los gastos ordinarios, como los que se necesitan para dirigir hospitales y colegios, dejaría claro que estos gastos no son en sí inflacionarios. Lo único que podría resultar inflacionario es la necesaria expansión del crédito que esos gastos permiten. En una economía con enormes problemas, en la que los recursos están infrautilizados y aquejada de una falta masiva de crédito, una modesta expansión de éste no llevaría de hecho a un aumento de la inflación.

Si centramos la atención en la reactivación, queda claro por qué los créditos del FMI están mal encaminados. Estos créditos se emplearán para devolver el dinero al FMI, no para reactivar la economía. Supuestamente, el crédito del FMI 'restaurará la confianza' en la economía, pero el que lo haga depende de las condiciones que se impongan. Si el FMI impone una contracción fiscal o una estrategia mal encaminada para reestructurar el sector financiero (como hizo en Indonesia), entonces la economía se verá debilitada y esto desembocará en una erosión adicional de la confianza.

Si, por el contrario, el crédito del FMI se obtiene según unas condiciones razonables, su contribución será positiva. Pero no será una panacea. De hecho, el crédito del FMI no servirá de mucho a la hora de resolver los problemas económicos clave, excepto en la medida en que libere dinero de otras fuentes internacionales y esos fondos se empleen para reactivar la economía.

La comunidad internacional puede ayudar a la Argentina abriendo sus puertas a las mercancías de ese país, tomándose la retórica del libre comercio en serio y reconociendo que el comercio puede ser un instrumento importante no sólo para el crecimiento a largo plazo, sino también para la recuperación económica. Las exportaciones contribuirán a reactivar la economía argentina, mientras que los consumidores de Europa y EEUU se beneficiarán de unos productos de buena calidad a precios más bajos. Esta es una forma de hacer que la globalización funcione en beneficio de los necesitados.